Hoy, como cada 19 de marzo , se
conmemora en Venezuela el Día de la Tortuga Arrau (Podocnemis expansa) o
tortuga del Orinoco, ocasión propicia para el llamado a la conservación de esta
especie en peligro de extinción que hace el Instituto Nacional de Parques
(Inparques), ente adscrito al Ministerio del Poder Popular para
Ecosocialismo y Aguas (Minea).
La Tortuga Arrau es la más grande del género
Podocnemis y de todos los quelonios fluviales del continente americano. Una
hembra adulta puede llegar a pesar 50 kg y su caparazón medir más de 80 cm de
longitud, siendo los machos de menor tamaño que las hembras. Es una especie
netamente acuática, ya que los machos nunca abandonan los cursos de agua que
habitan, mientras que las hembras solo lo hacen para nidificar.
En mayo de 2017 se liberaron unos 16.268 tortuguillos Arrau en el
río Orinoco y en enero del presente año fueron liberados 800 ejemplares en el
Hato El Cedral, en el estado Apure, actividad que forma parte del Plan Nacional
de Conservación de la Diversidad Biológica que adelanta el Gobierno Bolivariano
de Venezuela. En la actualidad existen 11 zoocriaderos en el país
como Hato El Cedral (Apure), Caño Igüez (Portuguesa), Pdvsa-Petrocedeño
(Anzóategui), Hato Santa María (Barinas), Comunidad Momoni (Amazonas), entre
otros.
En Venezuela este reptil se encuentra a lo largo del
río Orinoco y sus tributarios principales, desde la confluencia con el brazo
Casiquiare en el estado Amazonas hasta su salida al mar en Delta. Sin embargo,
la abundancia de la Tortuga Arrau es mayor en el Orinoco medio, desde Caicara
hasta Puerto Ayacucho, y en otros ríos caudalosos, turbios y de poca corriente
como Meta, Capanaparo, Arauca y Apure. Desde 1995, la Tortuga Arrau, aparece en el Libro Rojo
de la Fauna Venezolana en la categoría de especies en peligro crítico de
extinción, a pesar de que sus poblaciones están legalmente protegidas desde
1946, que se decretó veda por tiempo indefinido en 1962 y que en el país existe
un programa para su cría en cautiverio desde el año 1992. Sus principales
enemigos, hoy en día, son el tráfico y comercio ilegal de animales, que se
nutre de su carne, sus huevos y su caparazón.