Hoy se celebra la fecha que dió inicio a la gesta independentista en Venezuela, a pesar de que los motivos estaban disfrazados bajo la figura de la fundación de la Junta
Suprema Conservadora de los Derechos de Fernando VII., quien habia sido depuesto del trono luego de la guerra con los franceses, fue el primer atisbo de separación de la metropoli que tenía ya poco más de trescientos años de dominio en latinoamérica, veamos como se desarrollaron los hechos aquel jueves santo en la Caracas del siglo XIX.
El jueves santo del 19 de abril de 1810 los mantuanos, quienes en esta ocasión se habían procurado la
cooperación de batallones veteranos o las milicias, así como el apoyo de
los notables, los intelectuales, de parte del clero y otros sectores de la
sociedad, además de contar con el respaldo de un grupo considerable de pueblo. Una vez eliminada la
posibilidad de toda resistencia en la Península, los notables caraqueños
concibieron la constitución de una junta similar a las formadas en España a fin
de regir los destinos de la provincia.
El capitán general Vicente Emparan, deseoso de ganar tiempo e indeciso ante el camino a seguir, suspendió la sesión del Cabildo y se dirigió a la catedral; sin embargo a las puertas de ésta, uno de los revolucionarios, Francisco Salias, se interpuso y tomando del brazo a Emparan, le conminó a regresar al Cabildo. La actitud de Salias fue ampliamente celebrada por la multitud en general y por un grupo de conjurados; ante la osadía, los soldados que formaban la guardia del capitán general hicieron un ademán de apercibir sus armas, pero una orden del oficial venezolano que los mandaba, los mantuvo firmes en sus puestos sin intervenir. Dadas la circunstancias, Emparan regresó al Cabildo, acompañado de los alcaldes, regidores y notables, mientras una multitud invadía la plaza mayor. Al poco tiempo llegaron al Cabildo el abogado Juan Germán Roscio, el canónigo José Cortés Madariaga y otros representantes del pueblo y del clero, quienes se incorporaron a la reunión. Presionado por los factores de poder presentes en el Cabildo de Caracas, Emparan pronunció las palabras que señalaron el principio del fin del régimen español en Venezuela. Dirigiéndose al pueblo congregado en la plaza, desde el balcón del cabildo, les preguntó si deseaban que él continuase mandando; ante la respuesta negativa de las personas presentes, exclamó Emparan: "¡ Pues yo tampoco quiero mando!". Luego de esto, quedó establecida la que oficialmente recibió el nombre de Junta Suprema Conservadora de los Derechos de Fernando VII.
El
mismo 19 de abril de 1810 fue redactada el acta en la cual se consignaba el
establecimiento de un nuevo gobierno. En la misma se precisaba que el
gobernador y capitán general, el intendente de Ejército y Real Hacienda, el
subinspector de artillería y el auditor de Guerra y asesor general, así como la
Real Audiencia, quedaban privados del mando que ejercían, a la vez que
suprimían esas instituciones. En consecuencia el Cabildo de Caracas, con sus 2
alcaldes José de Llamozas y Martín Tovar y Ponte a la cabeza, asumió
el poder, incorporando en su seno a los representantes del clero, del pueblo y
de los pardos, ya mencionados, mientras que el mando militar era confiado
momentáneamente al teniente coronel Nicolás de Castro y al capitán Juan Pablo
Ayala. El acta del 19 de abril fue firmada por todos los asistentes al Cabildo
extraordinario de ese día, incluyendo a los funcionarios españoles depuestos
(Vicente Emparan), los que desempeñaron un papel secundario y los que a partir
de ese momento asumieron el poder (Tovar, Roscio, Cortés de Madariaga, etc.).
El acta fue leída el mismo día en diversos lugares de Caracas por los
escribanos Fausto Viaña y José Tomás Santana, quienes certificaron que la
población reaccionó gritando las siguientes consignas: "Viva nuestro Rey
Fernando VII, nuevo Gobierno, Muy Ilustre Ayuntamiento y Diputados del Pueblo
que lo representan".
Este fue el inicio de la revolución que se llevó a cabo
sin derramamiento de sangre. Los funcionarios depuestos fueron conducidos luego
a La Guaira y encerrados en las fortalezas o confinados a bordo de buques
anclados hasta que se les expulsó. De acuerdo con el testimonio de uno de
ellos, el intendente Basadre, durante el tiempo que estuvo en prisión pudo
apreciar como los revolucionarios compusieron e hicieron circular canciones
alegóricas de su Independencia, en las cuales convidaban a toda Hispanoamérica
a hacer causa común y a tomar "... a los caraqueños por modelo para
dirigir revoluciones" Al parecer, ya entonaban la canción que mucho más
tarde fue declarada Himno Nacional de Venezuela: "Unida por lazos/ que el
cielo forjó/ la América toda/ existe en Nación/ y si el Despotismo levanta la
voz seguid el ejemplo/ que Caracas dio." En conclusión, aunque el 19 de
abril de 1810 no fue declarada jurídicamente la Independencia de Venezuela,
políticamente se produjo un cambio radical que culminó con la declaración
del 5 de Julio. No obstante no hay que olvidar que para entonces la idea
de la independencia todavía no aparecía como objetivo principal en las mentes
de los líderes revolucionarios y será solo, cuando se convoque al primer
congreso de Venezuela, y a través de los meses de discusión ideológica que
seguirán, que tal planteamiento llegará a materializarse.
fuente Venezuela tuya